“Las callecitas de Buenos Aires, tienen ese no se qué…” Y así como tanta historia se escurre entre las paredes de la mal llamada Ciudad de la Furia.

A partir del Siglo XVI ya los pueblos originarios habían detenido el avance de los Incas, en 1536, los Querandíes se vieron sorprendidos por embarcaciones ingresando a sus costas. Era los españoles con Don Pedro de Mendoza al frente quien venía para “conquistar y poblar las tierra que hay en el Río de Solis llamado de la Plata”.

Se estableció un asentamiento precario, sobre el cual dicen que realizó la Primera Fundación de la Ciudad. Ya en 1941 debido a las exigencias de los conquistadores los Querandíes cortaron la comunicación y provisión de alimentos, por lo que los españoles quedaron a merced del hambre de tal forma que “los llevó a comerse entre ellos, sus vestimentas y sus zapatos”.

La segunda fundación de la Ciudad estuvo a cargo de Juan de Garay el 11 de Junio de 1580 en el área que ocupa la actual Plaza de Mayo. Se construyó el fuerte, que se levantaba donde hoy se encuentra la Casa Rosada y el Cabildo, modificado varias veces, sobre el cual se ejercían las tareas de justicia, policía, y abastecimiento, entre otras.

Desde los comienzos, la Plaza de Mayo fue escenario de todos los acontecimientos conmovedores de su historia. Allí se vieron y vivieron todas las convulsiones políticas y sociales y las fiestas más populares e importantes de la región.

Con la creación definitiva del Virreinato de la Plata, la Ciudad vivió un exponencial progreso. El sector creció con rapidez por la radicación de trabajadores puertarios, convirtiendo a Buenos Aires en uno de los principales destinos del proceso inmigratorio que tuvo la Argentina. La prosperidad favoreció la llegada de los liberales europeos que aumentó el desarrollo cultural, siendo el puerto “la ventana al mundo”.

Y se vinieron los primeros gritos de libertad. El 25 de Mayo de 1810, el cabildo de Buenos Aires destituyó el virreinato y anunció que de allí en adelante gobernarían en nombre de Fernando VII. La independencia se proclamaría para 1816 en la provincia de Tucumán formando las Provincias Unidas del Río de La Plata.

En 1880 se constituye como capital de la República Argentina ya que se sancionó la Federalización de la Ciudad por lo que los ingresos aduaneros del puerto quedarían en manos del Estado Nacional.

Depende del gobierno nacional y la administra un Intendente que nombra el presidente de la Nación, hasta que en 1994 se convierte en Ciudad Autónoma y pasa a ser gobernada por un Jefe de Gobierno elegido bajo el voto popular.

La ciudad de Buenos Aires, indiscutida capital del Tango y sus rincones con historia, te invita a recorrer sus calles, reflejo del alma de las clases populares y la burguesas construcción de una ciudad sin límites de crecimiento...